Si sientes que los problemas te agobian...que todas las puertas se te cierran...que tus amigos te han abandonado... que ya no hay salida para tu situación... no temas... Dios te ama y está dispuesto a ayudarte para solucionar tus problemas.... no le digas a Dios cuán grande es tu problema.. Mejor dile a tu problema, cuán grande es Dios.
Si estás atravesando una situación angustiante en la cual no encuentras solución a tus problemas, no deberías desesperarte. En repetidas ocasiones Dios me ha mostrado que es mejor dejar a él todas nuestras cargas y dejar de afligirnos por cuestiones que tienen solución, pero que muchas veces, en nuestro afán de querer encontrarle la salida por nuestra propia cuenta, terminamos complicándonos aún más.
Supongamos el caso de los problemas de deudas, donde eventualmente por no administrar correctamente nuestras finanzas y cuando todo parece que se complica más, nos damos por vencidos, pues por nuestros propios medios y con nuestras propias decisiones no logramos solucionar la situación.
Es entonces cuando con mucha fe, debemos poner todo en manos de Dios y el nos responderá, brindándonos la salida a los problemas financieros, con nuevas oportunidades que no teníamos previstas, con las cuales podremos sanear nuestras finanzas y liberarnos de las deudas.
La mejor manera de acercarnos a Dios, es la oración y en Mateo 7:7-12 encontramos la regla de Oro que debemos aplicar en éstos casos, cuando estamos afligidos y no sabemos como buscar la ayuda de Dios. Espero que ésta reflexión sea de bendición para tu vida y que medites en éste pasaje de la Biblia, porque Dios nos dice en Josué 1:8 "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien."
Mateo 7:7-12
La oración, y la regla de oro
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?
11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
También en: (Lc. 11.9-13; 6.31)
Citas de la versión Reina-Valera 1960 (RVR1960)
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